En 1992 se editó en México el disco "Caras modernas" de una banda llamada El juguete rabioso. Con una producción muy decente la placa mostraba un puñado de canciones llenas de energía y actitud rockera, buenas letras y buenos arreglos; sin embargo el disco sonaba demasiado "pop" y no reflejaba el fuego que incendiaba las presentaciones de esta banda formada unos años antes por jóvenes, casi adolescentes, hijos de exiliados argentinos, chilenos y españoles.
Desde el principio el Juguete fue una banda atípica. No eran mexicanos pero hacían rock en México; sus letras tenían marcadas influencias literarias y conectaban con la realidad del exilio, algo muy raro en el panorama mas bien insulso de las canciones de otras bandas. Dos años después de su disco debut el Juguete edita su segundo álbum, titulado Almatotal. Aquí se nota un gran salto de madurez, la banda suena filosa y cruda; las letras han profundizado en temas como la violencia, la alienación juvenil, la represión de los aparatos del poder y de las ataduras de la mente, el amor como llama incandescente y la camaradería en medio del caos. Fue una pena que este disco no haya tenido la difusión que se merecía, pues estamos hablando de una de las grabaciones más interesantes y propositivas de la década.
La banda se disgregó luego de casi diez años de actividad y en 2016 volvieron a juntarse para un memorable concierto en el marco del festival Vive Latino. A partir de ese momento comienza una nueva historia para Federico Bonasso (voz, batería, percusiones) Santiago Behm (Bajo, voz) y Coco Ruiz de Velasco (Batería y voz). Hoy en nuestro programa escucharemos una selección de temas de esos discos entrañables, que a pesar de nunca haber sido reeditados siguen en la memoria y el corazón de mucha gente.
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